Luego de que el precandidato presidencial y jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, rebatiera cualquier posibilidad de un acuerdo con el Massismo para participar juntos en las elecciones generales, el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, aseguró que el Frente Renovador “jamás acordaría con el antiperonismo de Macri y Carrió”, a quienes acusó de “antiperonista” y de estar en contra de políticas sociales del kirchnerismo.

“No vamos a ir a una interna con ellos. El Frente Renovador propone cuidar lo que está bien y hacer lo que falta, que es lo que nos pide la gente”, manifestó el sanmartinense luego de que estuviera reunido con el precandidato presidencial Sergio Massa en Tigre el último martes. Katopodis agregó que el diputado “representa a la clase media y a los trabajadores que no quieren que vaya todo para atrás”.

Además, al rechazar cualquier tipo de pacto con los líderes del PRO y la Coalición Cívica, el jefe comunal aseveró que “no hay chances, porque tenemos dos visiones distintas de país. Macri quiere volver a la economía de los ´90, volver a las AFJP, eliminar la Asignación Universal por Hijo y las conquistas sociales. Con Macri vuelve la idea del péndulo a la Argentina”.

Y reafirmó los principios del Frente Renovador: “Vamos a cuidar las conquistas sociales y a combatir la inseguridad; vamos a cuidar el salario de los trabajadores y a eliminar la inflación”.

Finalmente, se refirió al lanzamiento de la precandidatura de Massa del próximo viernes en el estadio de Vélez: "El viernes en Vélez les vamos a decir cómo lo vamos a hacer, porque tenemos el mejor candidato y el mejor equipo económico”.

Vale recordar que ulteriormente a la vistoria del último domingo en las PASO porteñas, el jefe de gobierno porteño desechó un acercamiento a Massa porque “representa una interna dentro del peronismo, representa una alternativa al kirchnerismo por parte de gente que formó parte de esta década”.

El precandidato a presidente del PRO, Mauricio Macri, y su postulante a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, visitaron en la jornada de ayer el municipio de Morón y realizaron un timbreo por Castelar.

En Morón, Macri y Vidal mantuvieron una reunión con colectiveros de la línea 34, acompañados por el postulante a intendente local, el concejal Ramiro Tagliaferro, esposo de Vidal.

Entre sus promesas de campaña, Macri aseguró que habrá "más metrobus" en la Provincia, para que mejore el transporte en el conurbano bonaerense.

Luego caminaron por Castelar, hicieron un timbreo y se reunieron en una casa de un vecino que lo había pedido por Facebook, como suele hacer Macri en sus visitas fuera de la Capital.

Además, anunciaron que presentarán en Mar del Plata a su candidata a intendenta para General Pueyrredón, la radical Vilma Baragiola.

Para ellos los referentes del PRO se trasladarán a Mar del Plata, concejal radical que ganó los comicios municipales en 2013 y que ahora será de la partida como uno de los exiliados boina blanca en el macrismo.

"A Morales no lo perdimos, solo se sumó Macri a él", interpretó el jefe comunal de Junín, Mario Meoni al referirse al acercamiento entre los dirigentes Mauricio Macri y Gerardo Morales.

"No es nada relevante, sólo es comunicado y la foto" sintentizó el referente del Frente Renovador.

"Como con el 'Pechi' Quiroga en Neuquén, a Macri le faltan los votos. A Morales no lo perdimos, solo se sumó Macri a él. El que no tiene votos ahí es Macri. ¿Cuánto creen que representa electoralmente el Pro en Jujuy?”, fundamentó el intendente, uno de los operadores de Massa en su enlace con la UCR.

Esta fue la primera respuesta desde el Frente Renovador al avance en las negociaciones entre el macrismo y el precandidato a gobernador radical jujeño, quienes tienen previsto continuar con las negociaciones.

Massa y Morales sellaron su alianza a fines de septiembre pasado, con una foto en un mirador panorámico de la capital jujeña, y el senador fue uno de los máximos detractores a la aprobación del frente electoral de la UCR con el Pro y la CC en la Convención Nacional de la UCR del mes pasado.

La semana pasada, otro aliado massista, el tucumano José Cano, se reunió con referentes macristas de esa provincia para comenzar conversaciones de cara a un acuerdo electoral.

El diputado provincial massista, Mauricio D'Alessandro, arriesgó más de lo esperado y dejó atrás lo políticamente correcto. Al ser consultado sobre una hipotética segunda vuelta sin la presencia del ex intendente de tigre, el dirigente afirmó: "En el balotaje entre Macri y Scioli, los votantes de Massa votarían a Scioli".

El legislador, además precisó que según su percepción Massa "enamora a la gente de bajos recursos y tiene dificultad con la gente universitaria".

Asimismo, indicó que el gobernador de la provincia de Buenos Aires "es un peronista simulado"; a la par que aseveró que Macri lo era de "boca".

D'Alessandro no se privó de opinar sobre los sucesos del pasado domingo en la Ciudad de Buenos Aires y reconoció: "Lo de Nielsen fue casi una candidatura testimonial".

Para cerrar el reconocido abogado mediático añadió, en diálogo con Del Plata, que "Massa tendría que haber salido a bancar a Nielsen".

Mientras celebran los resultados de los comicios porteños, que fueron incluso mejor de los esperados, y se muestran como una fuerza competitiva en varios distritos, desde el PRO tienen una obsesión que les quita el sueño: La provincia de Buenos Aires.

Es casi una obviedad recordar que para poder ganar una elección nacional hay que conseguir un resultado al menos interesante en el territorio bonaerense, que representa el 38% del total del padrón nacional. Eso lo saben en el macrismo.

Por ello, mientras festejan, evalúan estrategias para generar un efecto derrame que pueda hacerlos tener una performance competitiva y los deje expectantes para pelear los comicios nacionales.

Como sabe cualquier observador atento de la dinámica metropolitana, la ciudad de fusiona con el conurbano de maneras diferentes, aunque con continuidades. Es así que el sur fabril continúa en una avellaneda repleta de galpones y fábricas y el norte rico se extiende en el opulento conurbano norte hasta San Isidro.

Y pareciera ser que en los resultados electorales se da un fenómeno semejante. En el sur de la ciudad se dieron los mejores resultados para el FpV, como continuación de la tercera sección electoral, bastión inexpugnable del peronismo. Mientras que en el Norte se dan las mejores cifras para el PRO que derraman en los municipios de Vicente Lopez y San Isidro, entre otros territorios en los que solía ser más fuerte el voto radical y que no eran tan permeables al pejotismo.

Sin embargo desde el PRO saben que sólo con ese efecto contagio no alcanza. Quedarse con eso sería una derrota segura y por eso barajan un Plan B.

Apuntan a detonar el armado massista que ya está en crisis con fugas y tensiones que lo desbordan. A semanas de haber generado un desgaste irremontable para la UCR, tratarán de acelerar la descomposición del Frente Renovador tentado a algunos de sus referentes con espacios para dar el salto.

Con los votos que pueda conseguir María Eugenia Vidal sola no alcanza. Entonces necesitan dirigentes territoriales que sustenten el proyecto de Mauricio Macri.

Las gestiones ya comenzaron. Apuntan a los heridos en la interna del massismo y a los que aspiraban a lograr un lugar que no consiguieron.

El nombre que barajan es Jesús Cariglino. El intendente de Malvinas Argentinas, un Renovador de la primera hora que pensó ser el elegido para la candidatura a gobernador y Massa nunca le dio el respaldo que esperaba.

Veremos si la estrategia macrista logra implotar al Frente Renovador o Massa consigue mantener la tropa a raya de cara a lo que será la madre de todas las batallas.

Luego que el PRO no tuviera listas propias como partido en las dos últimas elecciones, la Junta Electoral determinó la caducidad de ese sello político en la provincia de Buenos Aires, ajustándose a la ley vigente.

Casi inmediatamente, después de fijarse la caducidad, en la misma Junta evalúan revertir la resolución. Por estas horas el Secretario de Actuación de la Junta, Guillermo Aristía, se encuentra en pleno trabajo con ese objetivo.

El lunes podría volverse atrás con la caducidad, con el argumento que no se pueden bajar partidos en años electorales; más allá de que el proceso se haya iniciado en 2014.

Es el flamante Presidente de la Corte Suprema provincial, Juan Carlos Hitters, quien tiene la decisión en sus manos para avanzar o dejar las cosas como están y no permitirle al macrismo usar el sello PRO en el territorio bonaerense.

Si bien la candidata a gobernadora del PRO, María Eugenia Vidal, se encuentra a la expectativa, parece que no todos en el macrismo estarían satisfechos con el cambio de la Junta. Es que, al parecer, un sector del partido poco hizo por evitar la caducidad, con la intención de dejar mal parado a alguno de sus apoderados y de correrlo

del esquema legal del partido.

Que la Provincia de Buenos Aires es una Meca electoral para cualquier candidato que aspire a tener peso en la política nacional, no es novedad. Conglomera una enorme cantidad de población, casi el 40% del padrón electoral, con una diversidad de realidades sociales abrumadora.

Tan diversas son las realidades como complejas son las formas de insertarse en la dinámica política de cada municipio. Tanto es así, que en muchas ocasiones los partidos, fuerzas, o espacios opositores deben negociar hasta su existencia, con el oficialismo local. Así se tejen las relaciones en distritos donde, por ejemplo, pueden pasar más de 20 años con el mismo jefe comunal.

En esa coyuntura "venir de afuera" puede ser un boleto directo al olvido. Con ese riesgo juega, en una buena cantidad de distritos, el PRO de Mauricio Macri. Un partido con 8 años de gestión en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, altísimos niveles de aceptación y casi seguras chances de continuar administrando la ciudad, pero con bajos niveles de inserción propia en el territorio bonaerense.

Los acuerdos extrapartidarios, como el que el PRO selló con la Coalición Cívica y con la Unión Cívica Radical, son una manera de eludir esa carencia y aspirar, con candidatos de otras fuerzas, a administrar la política municipal. Candidatos que tienen mucho tiempo en el distrito como oposición y ya se hallan, de una u otra manera, referenciados en el electorado de la comuna.

Pero esos acuerdos no siempre llegan a buen puerto en la política local, y se vuelve necesario establecer alternativas. Por ello el PRO optó, en ese caso, por llevar a sus funcionarios porteños, a disputar el territorio político más importante del país.

Uno de esos casos es el del Dirtector del Ministerio de Espacio Público porteño, Ezequiel Pazos, que pelea por la intendencia de José C. Paz y podría enfrentar, nada más y nada menos, que a Mario Ishii. Pazos es un joven funcionario citadino que se lanzó a pelear con el PRO, en un distrito ultra politizado donde mandan los códigos de la vieja guardia peronista.

Lanús será otro de los distritos en los que el partido de origen porteño apostará a un funcionario de la Ciudad. En este caso se trata de Néstor Grindetti, ministro de Hacienda porteño y uno de los que mejor entendió el juego local. Apostando al armado con parte de la oposición mueve sus fichas para posicionarse en los pagos de Daría Diaz Perez.

Otra de las figuras del Macrismo para la Provincia es el candidato a intendente de Almirante Brown, Carlos Regazzoni, médico de profesión, a cargo de la Subsecretaría de Gestión Económico Financiera del Ministerio de Educación porteño.

Regazzoni es hijo del famoso artista que hace instalaciones con desechos ferroviarios en Constitución. Nació en la capital porteña, pero vivió muchos años en Longchamps. Realizó sus estudios primarios y secundarios en Tempereley y luego desarrolló la carrera de medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En el norte es reconocido el caso de Guilermo Montenegro. El ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires camina el municipio de San Isidro y se prepara para enfrentar en los comicios a la estructura de Gustavo Posse, uno de los que todavía empuja para entrar en la coalición PRO-UCR-CC.

Pero el caso más emblemático es el da la propia Candidata a Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, y actual vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal. Vidal es oriunda del barrio porteño de Flores y se lanzó por la gobernación de la Provincia como figura fuerte, y con altos índices de conocimiento mediático del PRO, a nivel nacional.

Eso fue el boleto que le permitió afianzarse en la disputa de un territorio que, hasta el momento, a Mauricio Macri le viene resultando adverso.

Habitante natural del área, y recordado por el cambio que realizara José Pekerman en 2006, momentos antes de que Alemania empatase un partido que a la postre dejaría a la selección nacional fuera del Mundial de fútbol, Julio "Jardinero" Cruz va por una nueva vida. Y el eje de ese nuevo despertar es la política.

Llegado recientemente al mundo partidario, Cruz es el hombre elegido por el macrismo para disputar un territorio crucial del conurbano bonaerense: el populoso Lomas de Zamora.

Los pagos de Martín Insaurralde constituyen el segundo distrito más poblado de la Provincia de Buenos Aires y sus votos representan un caudal crucial para apuntalar cualquier aspiración partidaria que se precie.

Ese desafío deberá ser encargado por el goleador que dice haberse preparado con los popes del PRO para dar el salto. "Tienen un gran equipo, antes de lanzarme estudié y analicé varias cosas", lanzó el ariete sureño.

"El deseo de sumarme viene de hace años. Siempre fue de ayudar en fundaciones, tal vez no era político pero hacía política", agregó Cruz que contó que el episodio que terminó de convencerlo fue un asado que comió en 2012 con el propio Mauricio Macri.

El exjardinero y exgoleador desestima las aspiraciones personales: "Yo vengo a la política sin buscar nada personal el fútbol ya me dio todo", aunque sabe que definir en las urnas le será más difícil frente a los tres palos.

El PRO sigue buscando su rumbo en la Provincia de Buenos Aires, un terreno que siempre le resultó complejo y esquivo. En ese sentido, en las últimas horas, comenzaron a circular rumores de una posible gran interna opositora en la que el espacio de Mauricio Macri podría confluir con el Frente Renovador.

Para saldar esa discusión, la elegida por el propio Mauricio para la provincia, María Eugenia Vidal fue contundente: "nosotros no creemos en una gran interna opositora. El Frente Renovador hizo su camino y nosotros el nuestro”, afirmó.

La funcionaria porteña y precandidata a gobernadora del PRO, al igual que el resto del espacio, saben que no tienen la estructura ni los votos para salir victoriosos hoy de una interna con el massismo y no están dispuestos a caer derrotados.

Por ello el macrismo intenta irradiar su discurso porteño a los bonaerenses y trata de esquivar las grandes estructuras políticas: "Es mentira que en la provincia de Buenos Aires no se puede estar mejor y hay que resignarse a vivir así, porque si se puede en un lugar de la Argentina se puede en los demás”, dijo Vidal en Escobar.

Mientras siguen cerrandole las puertas a los radicales de la chance de colgarse de la boleta del PRO, comienzan a sonar comparñeros de fórmula y muchos ponen fichas en dos hombres de extracción radical para golpear, todavía más, a los alicaídos boinas blancas.

Entre los que suenan para escoltar a María Eugenia Vidal se encuentran: el intendente de Chascomús, Juan Gobbi, y el ex diputado y titular del Comité Provincia, Daniel Salvador.

Intendentes de la Unión Cívica Radical provincial mantendrán, hoy, un encuentro, en Ayacucho, con el titular del Comité Provincia, Ricardo Alfonsín, para intentar avanzar en una estrategia común, para negociar con el PRO en pos de lograr listas únicas en sus distritos, algo que el macrismo rechaza.

Además buscarán definir si llevan un precandidato a gobernador propio o eso les restará chances y propondrán secundar a María Eugenia Vidal.

El diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires fue opositor, en la Convención radical, al acuerdo con el PRO, pero ahora le toca resolver, con resignación, los resultados de la decisión de su partido.

Los jefes comunales, que integran el Foro de Intendentes de la UCR, se acercan con la idea de apurar la promesa que les hiciera el líder del Partido Ernesto Sanz, días atrás para evitar la presentación en sus localidades de candidatos del PRO en las Primarias.

Lo central es que el acuerdo con Macri, ya consumado, pese a desacuerdos y resistencias, no afecte sus intereses locales, en su proyección para la renovación de mandatos.

En este punto, el macrismo no quiere cerrar ninguna posibilidad y pretende analizar "caso por caso" ya que confía en quedarse con el poder en algunas de las comunas gobernadas por el radicalismo.

Sobre la Gobernación, hasta el momento, los intendentes están de acuerdo en rechazar que el postulante que los represente sea Gustavo Posse. No obstante, las discusiones de hoy rondarán dos caminos: Presentar un nombre propio o secundar en una fórmula a Vidal.