Ramiro Tagliaferro va por el sabbatellismo para obtener la Presidencia del Concejo Deliberante
"El sabbatellismo dijo varias veces en el recinto que lo que correspondía es que el Concejo lo maneje el oficialismo" expresó, sorpresivamente, el electo Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, al referirse a la pelea que se desenvuelve en el palacio legislativo local, por definir que fuerza presidirá el Concejo Deliberante a partir del 10 de diciembre.
Sus palabras ponen en evidencia la dificultad que viene teniendo el futuro alcalde en el diálogo con el massismo local para que aporte los números necesarios que le den la posibilidad a Cambiemos de presidir el cuerpo.
Y es que aunque Cambiemos cuenta con 8 concejales propios, son insuficientes para llegar a las 13 adhesiones necesarias para imponer un referente propio en esa función parlamentaria. Lo que lo obliga a negociar esas adhesiones con sus adversarios del Frente para la Victoria y el Frente Renovador.
Pero en esa disputa, el Frente Renovador, con un edil menos que el PRO y que el FpV (Nuevo Encuentro) está en mejores condiciones de hacer valer su número ante las diferencias marcadas entre los dos bloques mayoritarios.
Por un lado porque si Cambiemos no presta sus votos para que Marinucci se quede con la Presidencia del Concejo Deliberante, el massismo puede apelar al apoyo K. Y eso es, justamente, lo que se vuelve más ríspido para Tagliaferro.
Y de hecho las versiones indican que el acercamiento entre las dos fuerzas que serán oposición, a partir del 10 de diciembre, ya es un hecho.
Es por eso que el electo Intendente de Morón le envió un mensaje a los ediles del Frente para la Victoria: "Lo que tienen que hacer es una lectura responsable de lo que la gente votó el domingo. No quiero que el Concejo Deliberante sea una escribanía".
Y manifestó: "Mi vocación y la de mi equipo es que sea un lugar de debate para mejor, para sumar y para actualizar la vida de los vecinos".
Tal vez haya que poner en este contexto sus declaraciones sobre las pintadas en La Casa de la Memoria y de la Vida, a días de negarse a participar en un acto por los Derechos Humanos: "Repudio absoluto y total. La Mansión Seré es un monumento de la democracia y tiene un contenido simbólico para todos los argentinos. En la Argentina que viene no hay lugar para estas cosas" aseguró.