Economía en la era Milei: anticipan un menor consumo de carne vacuna por menor oferta y aumento de precios
El mercado ganadero de Rosario anticipó una disminución en la ingesta durante 2024, debido a la escasez de hacienda, impacta la participación activa de los exportadores.
El mercado ganadero de Rosario (Rosgan) anticipó un panorama desafiante para el consumo de carne vacuna en el próximo año y destacó dos tendencias marcadas en el sector. Por un lado, la oferta busca recuperarse después de un año afectado por la sequía, que provocó una notable disminución en las pariciones y destetes, así como una menor productividad de carne.
Por otro lado, el aumento de los precios en los mostradores y la pérdida de capacidad adquisitiva debido a salarios erosionados son los factores determinantes en la retracción proyectada. Estiman que el consumo por habitante caerá a 45 kilos anuales, reflejando la realidad de un mercado impactado por diversos desafíos durante el año 2023.
Al cerrar el balance del año, el Rosgan subrayó la importancia de comprender el contexto de escasez de oferta y los precios elevados como elementos clave que influirán en el comportamiento del consumo de carne vacuna en el próximo ciclo.
Los consumidores argentinos no convalidaron aumentos en los precios de la carne
En los últimos días, los consumidores argentinos demostraron una creciente resistencia a convalidar nuevos aumentos en los precios de la carne. Esta tendencia refleja una posible respuesta del mercado local en los próximos meses ante la escalada de los costos y señalaron un desafío significativo para la industria cárnica. La incertidumbre sobre la disposición de los consumidores a aceptar mayores costos plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de los niveles de consumo doméstico.
Por otro lado, la reciente devaluación del peso argentino, donde el tipo de cambio oficial pasó de $400 a más de $800, favoreció a los frigoríficos exportadores. Este cambio en las tasas de cambio mejoró los márgenes rentables de las empresas que participan en el comercio internacional de carne. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre cuánto tiempo tomará la inflación en erosionar esta mayor competitividad en los mercados internacionales.
Por último, según las proyecciones del Rosgan, el próximo ciclo ganadero en Argentina se presenta más favorable para la exportación que para el consumo doméstico. Se anticipa que esta dinámica presionará para mantener los niveles de actividad logrados en el año actual, buscando diluir los pesados costos de estructura que recaerán sobre las operaciones del sector cárnico argentino.
Fuente: con información de TN