Tras un encuentro con el sector empresarial que no prosperó para bien, el sindicato definió la nueva medida de fuerza que afectará a miles de personas.
La Unión Tranviaria Automotor (UTA) anunció un nuevo paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), ante los pocos avances que tienen las negociaciones paritarias desde el 7 de marzo, cuando el Estado dictó la conciliación obligatoria.
Tras un encuentro con el sector empresarial, donde no hubo acuerdo, el gremio definió una nueva medida de fuerza que afectará a miles de pasajeros.
Lo cierto es que, dentro de los reclamos, se encuentra el aumento salarial de $1.200.000 a $1.700.000, algo que hasta ahora les fue negado.
En este sentido, desde la entidad señalaron: “Todos quieren contar con profesionales de la conducción que cobren salarios dignos, pero hablan de certezas, prudencias, responsabilidad y vaya una a saber cuántas adjetivaciones más. Dejemos de fingir cualidades que no tenemos, no tiremos la piedra y guardemos la mano, enfrentemos la realidad y el sentido común“.
Además, dejaron un mensaje a los usuarios, principales afectados por la interrupción del servicio en los primeros días de mayo: “Sabemos que esto puedo generar daños al público usuario quienes justamente son trabajadores como nosotros, pero entendemos que todos deben saber que este salario de hambre por el que estamos atravesando nos deja expuestos a una tensión provocada, y con camino a profundizarse”.
Cuándo será el paro de colectivos impulsado por la UTA
El próximo martes 6 de mayo se llevará a cabo la medida de fuerza que detendrá el funcionamiento de formaciones que se trasladen por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El presidente Javier Milei defendió a su principal asesor, Santiago Caputo, tras el incidente en el que este último fue acusado de intimidar a un fotorreportero durante un acto oficial.
Este miércoles, Javier Milei brindó su respaldo incondicional a Santiago Caputo, su principal asesor, luego del incidente ocurrido durante un acto oficial en el que Caputo fue señalado por intimidar a un fotorreportero. El presidente calificó a su asesor como una “mente brillante” y calificó el incidente de “marginal” y de “mentira deliberada” las versiones que indicaban que Caputo había agredido físicamente al periodista.
El incidente tuvo lugar cuando Caputo, acompañado de dos personas, se acercó al fotorreportero en cuestión, le dio dos palmadas en el pecho y, según testigos, le dijo algo al oído. Varios periodistas presentes en el acto confirmaron los detalles del suceso, aunque no hubo una denuncia formal por agresión física.
Pese a las acusaciones, Milei defendió a su asesor, restando importancia al hecho y descalificando las versiones sobre violencia física, llamándolas “mentiras”. “Es una mentira deliberada que Caputo haya agredido a alguien”, aseguró el mandatario, reafirmando la confianza que tiene en su equipo cercano.
Sin embargo, la defensa de Milei generó controversia, ya que muchos sectores consideran que el acto de intimidación es grave, especialmente en un contexto donde las relaciones entre el gobierno y la prensa se encuentran tensas. La defensa de Milei a Caputo se suma a otros episodios en los que el asesor ha estado vinculado a situaciones conflictivas, como amenazas a diputados opositores y su vinculación con la SIDE y la oficina recaudadora de impuestos.
El hecho se enmarca dentro de una creciente preocupación sobre el control de la libertad de prensa en el país, especialmente a medida que aumentan los casos de presiones hacia los medios y sus periodistas. La postura del presidente, al respaldar públicamente a Caputo, se interpreta por muchos como una nueva muestra de tolerancia hacia el accionar de sus asesores y una falta de compromiso con los derechos de los periodistas.
Trabajadores, sindicatos y organizaciones sociales se movilizaron masivamente para rechazar las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei.
Este miércoles 30 de abril, en la víspera del Día del Trabajador, miles de manifestantes colmaron las avenidas del centro porteño bajo la consigna “El trabajo es sagrado”, convocados por la Confederación General del Trabajo (CGT). La movilización exigió la reapertura de paritarias, denunció el ajuste exigido por el FMI y rechazó las reformas laborales impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
La jornada estuvo marcada por una fuerte presencia policial y la aplicación del protocolo antipiquetes implementado por el Ministerio de Seguridad. Cordones de efectivos, vallas reforzadas y un tránsito colapsado transformaron la zona en un caos vehicular, dejando al Metrobús como única vía habilitada.
Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT, afirmó que “la convocatoria es muy buena y refleja el hartazgo de la gente”, denunciando el congelamiento de paritarias y el descontrol de precios. “No puede haber un plan económico que hunda los salarios mientras libera los mercados”, remarcó.
La movilización culminó en Paseo Colón al 800, frente al Monumento al Trabajo, donde se colocó una ofrenda floral y se leyó un documento con fuertes críticas al Gobierno, cuestionando el ajuste impuesto en acuerdo con el FMI.
Emergencia en discapacidad: una lucha urgente
En paralelo a la marcha, un importante grupo de personas se concentró para declarar la emergencia en discapacidad, demandando medidas concretas para mejorar la situación de este sector que enfrenta múltiples desafíos. Cientos de personas se reunieron para visibilizar las carencias y la creciente marginalización de quienes tienen discapacidad en Argentina.
La falta de recursos y la escasa atención estatal han generado una situación crítica, donde muchos no cuentan con los apoyos necesarios para acceder a servicios básicos. Además, los reclamos incluyen la adecuación de espacios públicos, mayor acceso a la educación inclusiva y la garantía de una atención médica de calidad, elementos esenciales para una integración real.
La declaración de emergencia en discapacidad se presenta como una urgente necesidad de atención por parte del Gobierno, que, según los manifestantes, sigue desoyendo las demandas de este sector vulnerable.
La visita del jefe del Comando Sur (SOUTHCOM) reaviva los trascendidos sobre las intenciones de EEUU de instalar una Base Militar en el extremo sur del país.
La visita del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), a Ushuaia este miércoles, marca un punto de inflexión en la creciente injerencia geoestratégica de Washington sobre el extremo sur argentino. Detrás de los discursos de cooperación antártica, desarrollo científico y lucha contra el crimen organizado, la presencia del alto mando militar norteamericano expone con claridad la presión de EE.UU. para instalar una base militar en Tierra del Fuego y reforzar posiciones en el continente como parte de su disputa global con China.
Durante su gira por el país, que incluyó reuniones con el presidente Javier Milei, el ministro de DefensaLuis Petri y otras autoridades, Holsey habría solicitado la operación permanente del radar de seguimiento espacial operado por LeoLabs —una firma con vínculos británicos e irlandeses— instalado cerca de Tolhuin. Esta solicitud refuerza los temores de que Estados Unidos no sólo busca ampliar su presencia en la región con fines científicos o ambientales, sino consolidar una posición de control militar sobre el Atlántico Sur y las rutas de acceso a la Antártida junto a su histórico aliado de la OTAN.
El Presidente Javier Milei recibió en Casa Rosada al Comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Almirante Alvin Holsey, junto a su comitiva. Participó también de la reunión el Ministro de Defensa, Luis Petri. pic.twitter.com/bgio4Rx1Up
El propio Milei ya había anticipado en abril su interés en construir una base naval “conjunta” en Ushuaia con participación estadounidense, aunque el gobierno de EE.UU. luego intentó disimular el anuncio. Sin embargo, la llegada del jefe de SOUTHCOM pone nuevamente en agenda este polémico proyecto, que podría convertirse en un enclave estratégico para Washington en la disputa global con Beijing y haciendo de la Argentina un protectorado militar de Washington.
En este sentido, Luciano Anzelini, doctor en Ciencias Sociales por la UBA, advierte que esta visita confirma que “el proyecto de una base militar compartida va en serio” para el Pentágono. “En los documentos estratégicos de EE.UU., tanto el Ártico como la Antártida han adquirido un rol central en su agenda militar. La creciente presencia de China en el Cono Sur preocupa profundamente a Washington, y la Patagonia se convierte así en un terreno de competencia directa”, explica.
Entre los temas en agenda esta la posibilidad de instalar una base militar en la provincia de Tierra del Fuego.
El Atlántico Sur, por su carácter bioceánico y su proximidad con el continente antártico, se vuelve un nodo clave en el mapa geopolítico del siglo XXI. Pero mientras EE.UU y también el Reino Unido de Gran Bretaña. refuerzan su despliegue en la región, el gobierno argentino utiliza a las fuerzas armadas en tareas policiales y cede protagonismo con una actitud alineada y poco reflexiva, motivada más por urgencias económicas y sesgos ideológicos que por un análisis estratégico de largo plazo que tenga en cuenta los intereses nacionales.
La posibilidad de una base militar extranjera en Ushuaia ha sido históricamente resistida por la sociedad civil y sectores políticos, conscientes del valor simbólico y soberano que tiene la región. Sin embargo, el acercamiento actual entre Buenos Aires y Washington parece sortear esas resistencias, abriendo la puerta a una presencia estadounidense más formal y duradera en una zona de alta sensibilidad geopolítica.
Aunque las autoridades insisten en que se trata solo de cooperación estratégica, los movimientos del Pentágono y el contexto internacional indican lo contrario. Lejos de ser una acción inocua, la visita de Holsey a Ushuaia cristaliza el intento de EE.UU. por asegurar una posición dominante en el sur del continente, con implicancias directas sobre la soberanía argentina y la autonomía de decisión frente a futuras tensiones internacionales.
En este sentido, el interés de Washington en Ushuaia va mucho más allá de la ciencia o el desarrollo antártico. Lo que está en juego es el control del acceso a la Antártida, los pasos bioceánicos, la vigilancia del espacio, y el dominio sobre recursos naturales clave. Frente a esta realidad, Argentina debe decidir si actúa como plataforma de intereses ajenos o si reivindica su papel como actor soberano en el tablero internacional.
El lugar de la Argentina en el mundo
Por su parte el analista en política internacional Juan Gabriel Tokatlian ofreció un crudo diagnóstico sobre la posición de Argentina en el actual orden global. Según el especialista, el país ha optado por un alineamiento subordinado con Estados Unidos: “Para Estados Unidos hay vasallos, aliados y oponentes: Argentina eligió ser vasallo”.
Tokatlian analizó el conflicto estratégico entre Washington y Pekín, que trasciende lo comercial y se instala como una disputa financiera y tecnológica a gran escala. “El Trump que regresó (a la Presidencia) es un Trump que entiende que Estados Unidos ya no puede moldear el sistema internacional”, advirtió, y explicó que ese país atraviesa una etapa de repliegue tras las derrotas militares en Irak y Afganistán, la pérdida de liderazgo tecnológico frente a China, y el impacto de la crisis financiera de 2008.
“El objetivo real de Estados Unidos hoy no es ya ordenar el mundo a su gusto, sino frenar a China”, señaló. En ese marco, la disputa por el control del sistema financiero global se configura como una batalla entre el dólar y el renminbi.
Ante esta reconfiguración, Tokatlian remarcó la ausencia de una estrategia conjunta por parte de América Latina. “No se ve un liderazgo cohesivo, ni un sistema coparticipante de liderazgo. Podríamos tener un eje México-Brasil-Argentina en el G20, pero estamos completamente dispersos”, lamentó.
En cuanto al posicionamiento argentino bajo la administración de Javier Milei, fue contundente: “El dicho anglosajón es: ‘O uno es parte de la mesa, o del menú’. Nosotros decidimos ser parte del menú, conscientemente. En vez de estar en la mesa con socios diversos, elegimos subordinarnos”.
Así, la advertencia de Tokatlian no es sólo geopolítica, sino profundamente política: Argentina ha tomado una decisión estratégica que la aleja del juego de poder global como actor con capacidad negociadora, para convertirse en un país que, según la lógica estadounidense, está dispuesto a conceder todo.
Atantic Dagger 2026
La visita de la máxima autoridad militar estadounidense para la región, se da no casualmente en el contexto de los recientes acuerdos con los Estados Unidos por los cuales el país del norte llevará adelante una serie de ejercicios militares en el extremo sur del país previstos para el próximo año. Se trata de las maniobras “Daga Atlántica” (Atlantic Dagger), programadas para febrero de 2026, que permitirá simular operaciones conjuntas de alto riesgo en entornos hostiles, con énfasis en técnicas como inserción por helo casting, evacuaciones médicas aéreas, interdicción marítima y despliegues rápidos mediante fast rope desde helicópteros.
Fuerzas de EEUU operando en terreno polar, imagen que pronto se verá en el extremo sur de Argentina.
Las maniobras se realizarán en Tierra del Fuego, Santa Cruz e Isla de los Estado, áreas que, por su clima extremo y características geográficas, ofrecen condiciones ideales para replicar escenarios de guerra en zonas polares. Esta geografía convierte al extremo sur argentino en una plataforma de entrenamiento clave, similar a la que las fuerzas estadounidenses utilizan en Alaska, y abre la puerta para ensayar tomas de control sobre rutas estratégicas, recursos naturales e infraestructura críticacomo ser represas, gasoductos, puertos, aeropuertos etc.
Pero más allá del entrenamiento técnico, estos ejercicios adquieren un peso mayor en el actual tablero geopolítico global. En un mundo marcado por la puja entre grandes potencias —Estados Unidos, China y Rusia—, el control sobre territorios como la Patagonia y el Atlántico Sur se vuelve central.La cercanía al Estrecho de Magallanes, al Pasaje Drake/Mar de Hoces, al Canal de Beagle y a la Antártida convierte a esta región en un enclave de valor militar y económico para Washington de cara a su estrategia de control de puntos de estrangulamiento (choke points) ante la eventualidad de un conflicto con China.En este sentido vale recordar que hace pocos días Estados Unidos llegó a un polémico acuerdo con el gobierno de Panamá para desplegar tropas en el canal cuya inhabilitación obligaría al trafico marítimo a tomar la ruta del Cabo de Hornos junto al Estrecho de Magallanes y el Canal del Beagle.
La proyección estadounidense sobre el sur argentino no es nueva, pero adquiere nueva intensidad: a casi 43 años de la Guerra de Malvinas, las zonas de Santa Cruz y Tierra del Fuego vuelven a cobrar protagonismo. Esta vez, como posibles escenarios de despliegue del Comando Sur y ensayo para eventuales conflictos futuros en el Atlántico Sur.
Además, no es menor el hecho de que desde hace años, Estados Unidos y el Reino Unido ya realizan maniobras conjuntas en el área de las ocupadas Islas Malvinas. La novedad ahora es que las Fuerzas Armadas de EE.UU. reforzarán su presencia directa en el continente, algo inédito en décadas recientes y que sugiere un interés renovado en anticiparse a futuros escenarios de disputa por el agua, los minerales estratégicos, los pasos interoceánicos y la proyección hacia el continente antártico donde Estados Unidos se reserva el derecho a reclamar territorio mientras que Gran Bretaña ambiciona la totalidad de la porción reclamada por Argentina.
El asesor estrella de Javier Milei, Santiago Caputo, tuvo este martes por la noche una actitud intimidante con un fotógrafo que lo retrataba con su cámara cuando llegó al debate entre los candidatos a legisladores de la Ciudad de Buenos Aires.
Tras llegar al Canal de la Ciudad, donde se realizó el debate, y notar que estaba siendo apuntado por la cámara, Caputo tapó la cámara de un fotógrafo de nombre Antonio Becerra que lo estaba retratando mientras entraba al debate entre candidatos a legisladores de la Ciudad de Buenos Aires. Luego tomó su credencial de prensa para ver su nombre y le sacó una foto con su celular.
La escena quedó registrada en un video del momento en el que el ingresa al edificio sin hacer declaraciones a la prensa. Segundos después, se lo ve registrándose en un mostrador y es ahí donde el reportero gráfico Antonio Becerra, quien trabaja para Tiempo Argentino, comienza a retratarlo. Tras poner su mano sobre el lente de la cámara, en señal de negación, y ante la insistencia del fotoperiodista que continuó disparando el flash, Caputo realizó el gesto intimidante y le tomó una foto a su credencial, reseñó La Política Argentina.
“Cuando se dio cuenta, me miró y me dijo que deje de hacerlo. Yo seguí sacando. Fue ahí cuando me agarró la credencial que yo tenía colgada del cuello, la miró, sacó su celular de un bolsillo y le sacó un par de fotos. Después me miró y me dijo: ‘Vos sos un desubicado’”, relató el fotógrafo a Tiempo Argentino. ¿Caputo puede hacer lo que quiera?
Estos lingotes, valuados en miles de millones de dólares, fueron retirados del país en vuelos comerciales bajo la gestión del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, pero su paradero sigue siendo desconocido.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentó su balance correspondiente al ejercicio 2024 y una omisión encendió todas las alarmas:los lingotes de oro que formaban parte de sus reservas internacionales ya no figuran en ningún apartado del documento oficial. No están consignados ni como activos, ni mencionados en las notas, anexos o estados complementarios. Literalmente, desaparecieron del balance.
Estos lingotes, valuados en miles de millones de dólares, fueron retirados del país en vuelos comerciales bajo la gestión del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, pero su paradero sigue siendo desconocido. La operación fue revelada inicialmente por el portal LPO y, solo tras la exposición pública, Caputo reconoció la maniobra. Sin embargo, ni él ni el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, han informado oficialmente a dónde fue trasladado el oro ni con qué fin.
Se especula que parte de ese metal precioso habría sido enviado a Basilea o al Banco de Inglaterra, posiblemente como garantía en operaciones financieras. Pero hasta ahora, no existe ninguna confirmación oficial sobre el destino o el resguardo de ese patrimonio, que pertenece a todos los argentinos.
“Que el Banco Central no indique dónde están esos lingotes es gravísimo. Es como si el Tesoro Nacional no dijera en qué banco tiene depositados sus fondos”, advirtió con preocupación un alto directivo del sector financiero. “Ya ni siquiera se trata de explicar qué operación hicieron con el oro, sino simplemente de aclarar dónde está guardado”.
La omisión generó inquietud incluso en círculos internacionales. Un técnico bancario con sede en Suiza afirmó que el balance podría ocultar operaciones de swap con colateral en oro depositado en Londres, lo que agravaría aún más la falta de transparencia.
Pese a esta situación crítica, desde el Gobierno celebraron los números del balance. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció que el BCRA obtuvo una ganancia de $19,4 billones en 2024, de los cuales $11,7 billones se destinarán al pago de deuda. Sin embargo, especialistas advirtieron que el 90% de esas “ganancias” provienen de intereses de títulos públicos atados a la inflación, es decir, de la misma deuda que se pretende pagar.
Para algunos economistas, este giro de utilidades del Central al Tesoro —que coincide con la falta de renovación total en la última licitación— marca el regreso del financiamiento directo del BCRA al Estado, mientras los depósitos del Tesoro se diluyen y las reservas de oro simplemente… no aparecen.
La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó para este miércoles una movilización por el Día del Trabajador, y en repudio de las “políticas de exclusión y ajuste” que imparte el Gobierno Nacional.
La central comenzará la concentración a las 15, en la intersección de Independencia y Perú para marchar hacia el Monumento al Trabajo en Av. Paseo Colón, bajo la consigna “El trabajo es sagrado”.
En un comunicado, expresaron: “Marchamos para darle voz y fuerza al reclamo de los trabajadores y las trabajadoras y para poner bien en alto nuestra bandera, que es la defensa del trabajo. No somos indiferentes al sufrimiento de nuestro pueblo. Queremos que nuestros abuelos tengan una vida digna y que nuestros hijos puedan soñar con un país más justo”.
Además, aseguraron que exigirán el cese de la represión ante la protesta social, que no sigan “echando trabajadores”, tanto en dependencias estatales como en empresas privadas, y que las paritarias sean “libres y homologadas”.