Algunas decisiones que está tomando el gobierno de Javier Milei provocan verdaderos milagros: uno de ellos es que sectores políticos que antes parecían irreconciliables ahora coinciden en su oposición a las medidas del libertario.
Esta perplejidad también sucede en el sector agropecuario, donde las diferentes facciones que se formaron tras la implosión de la Federación Agraria en las últimas horas manifestaron un frontal rechazo a la decisión de habilitar mayores importaciones de alimentos, coincidieron en que por ese camino se provocará la desaparición de miles de pequeños y medianos productores.
Los que quedaron en la Federación Agraria se reunieron el Rosario el miércoles a la noche. Luego, el Consejo Directivo Central de la entidad emitió un comunicado en el que vuelve a reclamar al gobierno “planificar un cronograma de retiro de derechos de exportación, alivio fiscal, y una reparación histórica de las economías regionales, por la degradación de haber cobrado retenciones en producciones que necesitan de 3 a 6 años de inversión para llegar a la producción”.
La entidad también rechazó la adhesión argentina a la UPOV 91, que es el principal caballito de batalla del secretario de Agricultura, Fernando Vilella. Pero criticó especialmente “el reciente anuncio del gobierno nacional de abrir las importaciones de alimentos para bajar el precio de los productos en góndolas”.
“Creemos que esa medida ataca los efectos y no las causas, que no precisamente son los productores, y tampoco pone el foco en resolver la distorsión de precios entre el valor que se le paga al productor y lo que el consumidor paga en góndola. Esta medida perjudica directamente al productor, y lo deja sin expectativas para producir, en el marco de una economía que presenta atraso cambiario, falta de competitividad internacional, una inflación alta desde la devaluación que impactó en aumento de insumos, combustibles y fletes, quedando en peores condiciones para producir. En este escenario, el único precio que van a bajar es el que le pagan al productor, y el indefectible resultado será la desaparición de más pequeños productores”, indicaron los dirigentes leales al presidente de FAA, Carlos Achetoni.
Por su parte, la Fecofé (Federación de Cooperativas Federadas), que se abrió de la FAA hace muchos años y forma parte ahora de la llamada Mesa Alimentaria Nacional junto a organizaciones más cercanas al anterior gobierno, emitió un comunicado diciendo directamente que “la apertura total de importaciones de alimentos anunciada por el Gobierno es volver a las penurias de la época de Martínez de Hoz y del Menem-Cavallo-delaruismo, que trajo miseria y muerte. Una vieja y fracasada receta que siempre perjudicó a los sectores que viven del trabajo pero que supo acumular en el bolsillo de especuladores y financistas”.
Juan Manuel Rossi, el presidente de la Fecofé, también opinó que “bajar las barreras arancelarias de productos elaborados es pagar por el trabajo ajeno en detrimento del propio, es profundizar la pauperización de las mayorías populares y las clases medias, es acabar con los establecimientos de pequeña y mediana escala. Fundirán a cooperativas y productores. Cancelarán las posibilidades de agregar valor y crear trabajo en los pueblos del interior”.
“Se trata del perimido modelo de privatización y exportación de los recursos naturales. De reprimarización y extranjerización, que pone en juego la subsistencia de la mayoría de los argentinos”, añadió.
Finalmente, el sector de productores conocido como Bases Federadas, que también se despegó de la entidad enrolada en la Mesa de Enlace hace un par de años, emitió su propio comunicado, que tras manifestar su perplejidad porque “el gobierno nacional lleva 3 meses de ataques incisivos y cada vez más eficientes”, que parecen apuntar directamente al sector productivo.
“Durante la semana en curso, el Gobierno Nacional nos sorprende con otra medida inédita: apertura de importación de productos para la canasta básica. ¿Acaso nuestro dirigentes desconocen el sacrificio, la inversión y el trabajo de un productor de cerdos que intenta dar valor agregado? ¿Alguien se imagina la frustración de nuestros chacareros al ver que su actividad se convierte en inviable?”, se preguntan los dirigentes de Bases Federadas, grupo que entro otros integran el ex presidente de FAA, el santafesino Omar Príncipe, además del bonaerense Sebastián Campo y el cordobés Carlos Baravalle.
Esa agrupación, que además criticó la suba de costos de producción (por los aumentos de combustibles, de la luz y de los insumos importados por la aplicación del Impuesto PAIS), manifestó “nuestro más enérgico repudio a este modelo que extranjeriza, concentra y primariza nuestra economía. Una vez más, desde Bases Federadas, elevamos nuestra voz, y reafirmamos nuestra preocupación al ver el permanente y brutal ataque a nuestros productores”.
El alineamiento de argumentos entre los diferentes sectores federados en más que visible. Milagros que solo puede producir Milei.
Fuente: Bichos de campo