Una serie de informes de la BBC destacan los efectos de la dolarización en la sociedad ecuatoriana y salvadoreña, ambos países son mostrados como “ejemplos” a seguir por el candidato presidencial Javier Milei.
Si bien los tres países latinoamericanos oficialmente dolarizados, Ecuador, El Salvador y Panamá, tomaron esa ruta en contextos muy diferentes pero con resultados no muy distintos.
Aunque muchas veces se ha presentado la dolarización como la fórmula mágica para poner fin a todos los males de una economía en crisis, lo cierto es que los economistas reconocen que tiene ventajas y desventajas.
Y que no es la “gran receta” para salvar a todos los países en crisis.
En aquellos países donde la moneda local se ha devaluado y la inflación ha subido a niveles difíciles de controlar, la adopción del dólar suena a estabilidad, principalmente porque es la divisa de referencia internacional y el refugio de los inversores cuando llega una crisis.
Pero en el largo plazo puede tener efectos negativos, como explica en diálogo con BBC Mundo el economista Pablo Dávalos, director del centro de estudios Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa de Ecuador y profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar.
“La dolarización ha provocado estabilidad monetaria, pero con un costo social gigantesco“.
Un ancla que si bien controló la inflación y generó estabilidad de precios, provocó una serie de efectos negativos, sostiene Pablo Dávalos, tanto en Ecuador como en El Salvador.
Ecuador
La dolarización, distorsionó los sistemas de precios internos, haciendo que los países se volvieran más caros para su propia gente.
Al ocurrir este fenómeno, algunos bienes de consumo se volvieron inaccesibles para la mayor parte de la sociedad y la desigualdad, que era un problema estructural de ambos países (El Salvador y Ecuador), terminó consolidándose.
Desde otra perspectiva, uno de los efectos más negativos que tuvo la dolarización fue la destrucción de la industria local y -por lo tanto- la generación de empleo.
“Los países dolarizados se convirtieron en economías importadoras de productos”, básicamente porque se desindustrializaron.
Al analizar los tres países, el diagnóstico de Dávalos es bastante duro.
Ecuador vive de la exportación de materias primas, explica, principalmente petróleo, mientras que El Salvador vive de la exportación de su fuerza de trabajo.
Por otro lado el Estado andino tiene una legislación opaca que hace muy factible el lavado de los fondos del narcotráfico, y cuenta además con una “ventaja competitiva” con respecto a Colombia y Perú: ya que al estar su economía está dolarizada, flexibilizó el tránsito del dinero para los criminales. “Y Panamá el otro ejemplo de país dolarizado se convirtió en un paraíso fiscal donde tienen sus cuentas los mafiosos del mundo”, afirma Dávalos.
Son numerosos los analistas que han pedido mejores herramientas legales y controles estatales para impedir el lavado de dinero, sin éxito.
El Salvador
“El Salvador ha tenido que asumir un enorme costo social. Ha pagado la dolarización con el dolor de los migrantes“, señala el economista. “El principal producto de exportación de El Salvador son los migrantes”, apunta.
La dolarización contribuyó a que el país viva de las remesas que envían los salvadoreños desde el exterior, un problema que acentúa su dependencia de la mayor economía del mundo.
Otro aspecto complejo de la dolarización es que los países tienen muy pocas herramientas para defenderse de los shock externos, porque no pueden ajustar el tipo de cambio para suavizar el impacto de los ciclos económicos.
Éxodo Poblacional
Hasta hace poco la selva del Darién -el peligroso paso que une a Colombia con Panamá- no era tan frecuentado por los ecuatorianos. Pero desde 2022 su presencia se ha disparado. Incluso, en octubre del año pasado, el número de migrantes provenientes de Ecuador llegó a superar al de los haitianos.
“Estamos viviendo otro pico de la historia migratoria de Ecuador como consecuencia de problemas estructurales no resueltos. Ecuador está siendo afectada por la pobreza y la desigualdad, pero también por la proliferación del crimen organizado y el miedo a la inseguridad. La clase media, media baja y baja están saliendo para sobrevivir y buscar protección“.
Fuente: con información de la BBC