En 2018, y sin consultar al Congreso, Macri sometió al país a una deuda que ahora empieza a resolverse
En 2018, el entonces presidente Mauricio Macri tomó una decisión unilateral y absolutamente irresponsable. Tomar el mayor préstamo en la historia del FMI. Lo hizo Argentina y fue por 50 mil millones de dólares. El acuerdo lo tomó el poder ejectutivo sin consultar al Congreso.
El ex presidente, por ese entonces, recorría el mundo, pidiéndole a los argentinos “enamorarse de Cristine”, en relación a Lagarde, la entonces titular del organismo.
“Es una relación que hemos empezado hace unos meses, tenemos muchas expectativas”, insistió. Unos meses después de firmar el acuerdo, Argentina entraría en una crisis fenomenal, con devaluación e incremento de la pobreza y el desempleo. Macri se quedó sin reelección – ese fue el objetivo del préstamo – y la Argentina terminó en “emergencia alimentaria”, según estableció el Congreso por unanimidad (con votos del propio macrismo que reconoció el aumento del hambre en el país).
Esta semana, en su mensaje a la sociedad, el presidente Alberto Fernández aseguró: “La historia juzgará quién tomó la deuda y quién la pagó”.